era chueca
y cuando te hablaba
una de sus pupilas se perdía en la calle
era casi una araña aplastada
pero eso sí
cuando se lanzaba al amor
se convertía en luna
y no había demonio
que no se conmoviera
era chueca
pero su lengua
se te enmarañaba para siempre
porque era derecha en el vivir
derecha sin que haya duda de sus desvíos
era chueca de nacimiento
pero con sus manos de rama seca
amasó mi cuerpo
en el perfecto gesto de la vida
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