El amor
martes, 4 de junio de 2024
EEA 7
jueves, 23 de mayo de 2024
EEA 6
Hay algo dulce en la tristeza
Tomo los caminos menos concurridos
Pienso en todo eso que me agobia
El temor de ser mal hombre
Mal padre
Terrible hijo
¿Qué saco pensando en mi tragedia?
Solo el elixir dulce
Que me entrega la aflicción
Y pienso en todas aquellas mujeres
Que iban conmigo de la mano
Me quema el frío de saberme solo
Pero me hundo
Cual marinero
En el océano de mi dolor
Sabiendo que es mi destino
Y como el capitán Ahab
Estoy dispuesto a perder mi humanidad
Con el único sinsentido de soñar
martes, 21 de mayo de 2024
EEA 5
Hambre
Ya no hay versos profundos
Las palabras caen
No sé dónde
Y un cuerpo
Que un día me cobijó
Como piel de lobo
Donde amamantaba
También callo
También cayó
Qué hacer con mis tripas líricas
El poeta que era
Yace devorado
No sé dónde
Aquel que me rellenaba
Como un esqueleto
De amor y tristeza
Aquella tripa
Que movía el arte
Hambre digo señores
Alguien
Por amor a dios
Que me regale un poema
sábado, 11 de mayo de 2024
EEA 4
Un hombre llora
Mojando sus mocasines en la canaleta
No llueve
Pero de algún sitio brota un líquido azulado
A quién le importa
Por qué llora el hombre
Y el origen del agua azul
Huele a viejo y a pescado
Pero el hombre es joven
Y el agua azulada deja ver el esqueleto de la canaleta
Todos los días baja en dirección a la parada de autobús
Pero desde hace tiempo que no transita nadie
Solo el rostro empapado
Y el riachuelo que al rodar se ríe
¿Se ríe del hombre?
¿Llora el hombre por la absurda corriente?
En algún sitio alguien llora
Y dentro del hombre hay recuerdos jocosos
Se le asoman por la nariz
Pero solo hay agua azul vieja
Y un pescador que se frota las manos
Monotonía
Que algo ha de valer
Dentro del poema
Donde el hombre que llora espera un autobús
Que jamás llegará
Deberá subir chapoteando de regreso a la nada
Mojando sus mocasines
En un río
Apenas charco de tiempo
jueves, 9 de mayo de 2024
EEA 3
7 gotas de clonazepan
Olvido
Ausencia de querer
Ni siquiera ganas de amor propio
Tan solo desenvolver un par de palabras
Hasta que la memoria de desvanezca
Y qué importa si no despierto
7 gotas que reemplazan todos los besos recibidos
Ya no me remiten a la montaña sagrada
Al abrazo frente al río
Al loco fundirse sobre la alfombra
Ya mismo caen los párpados
Estaré ausente del mundo
Qué sabré de deudas y desamores
Bajas pasiones que se las lleva el clonazepan
Como lágrimas que ruedan en el rostro de la virgen
Mientras Cristo
Ya cosa
Se ha perdido en la Nada
No hay penas con el clonazepan
Recomendado para los demasiado vivos
Los cuerpos son muñequitos
Que se doblan sobre la calle
Esponjitas que absorben el aire y el agua que a veces uno encuentra en el camino
Ya no se extraña
Mi cuerpo erecto es un mal sueño
Hundido en el clonazepan
Eso era
Solo erección
Y hoy 7 gotita bajo la lengua
Besos dulces y mentolados
Que se quedan atrás en el único camino
No hay retorno al amor
Quién puede amar a una esponja
Que se dobla mientras camina
Y desenreda unas palabras que no dicen nada
A quién le importarán mis labores
La voz proyectada a unos oídos que nunca quisieron escucharme
A quién el café y los cigarrillos en donde caían sobre mis gotas unos labios
A quién la lotería las raspaditas y el macchiato
Esos libros empolvados
Que solo alteran mi alergia
Los relojes guardados
Terminará mi deuda en medio del sueño pesado
Terminarán tantos nombres que me herían
El cariño malsano
El vicio de caminar aplastando tu pecho
La nada con olor a rosas
Que también se perderá
7 gotita y a ser feliz
Porque eso somos
Líquidos mezquinos que nos hacen llorar
Nada más que un laboratorio de recuerdos
Como la casa en la Floresta
Y el pasillo que daba a la sala Demetrio Aguilera Malta
Y más allá
La bodega del estacionamiento
Nada bendita
7 gotitas de olvido
Disfunción erectil
Glúteos que ya no dicen nada
Recuerdos aplazados
Más allá del sueño
martes, 7 de mayo de 2024
EEA 2
Música del cielo
De alguna parte conocida hace tiempo
Música de recuerdos a través de mis huesos
La piel cubre el miedo
¿Tengo ojos?
Lo que miro está más allá de esa voz
Que me repite: algunas noches vale la pena morir
Muerto estoy en recuerdos
Miro y no miro
Un cuerpo pequeño
Cuerpecito de muñeca poseída
De amor musical
El calor también viene del recuerdo
De mi muerte prematura frente a un café
Pobre de mí
Estampa estereotípica
De poeta que captura tu cuerpo
A través de la música
Última luz al final del túnel de mi piel
¿Estoy vivo en alguna parte?
Tiembla levemente tu memoria
Al recordar mi silencio
Pobre de nosotros
No solo es el tiempo el villano
Está la música que se apaga lentamente
Y deja el vacio
Ni un te amo
Qué va
Qué va a pasar después de la muerte
En tu pequeña memoria de gata
Morenita como el café
Cafecito amargo y frío
Gatita que salta desde mi rodilla imaginaria
Hacia un jardín bello
Bellísimo
Más real que yo
martes, 23 de abril de 2024
EEA 1
Chupo la canilla
viernes, 10 de diciembre de 2021
vestido
o mejor todavía
como me acomodo a la costumbre de mis dos pies
al desandar la calle alguien me llama
esa voz ahora me transforma en un ser familiar
aquel tipo melancólico y huraño que compra pan
o unos manchones en la lista del mercado
y mientras
miro al cielo
nombro el azul y las nubes celestiales
y recuerdo las veces que mi nombre también fue súplica
tedio
donde mi nombre se transmutó en deseo
miro por la ventanilla del autobús
las calles se pierden una vez más
sé que pronto Anibal deberá desembarcar
me angustia el enigma de mí mismo detrás de las palabras
cómo usar estas manos
cómo respirar
cómo llorar fuera de su sombra
camisa prestada que tomé esta mañana
apenas desperté de lo innombrable
y que hoy
miércoles, 8 de septiembre de 2021
MIÉRCOLES
Desde el dedo pardo de la maranta
En la cocina:
El último susurro de café
Tres granos de dolor desgajándose en el suelo
El aleteo de una mosca sobre las cajas deshechas
Ni siquiera un verbo que me obligue a abandonar el sillón
Y detrás de la ventana, contemplar
El desfile fúnebre de otro vecino
Mi retrato desde la pared
Junto a unos días acaso jamás vividos
En el escritorio:
Tarea acumulada
Deudas con la vida y con la muerte
Llamadas por responder
Besos que dar
La vida chorreando desde una mano vegetal
La última taza de algo levemente dulce
La mosca sobrevolándome:
El presagio
viernes, 2 de julio de 2021
RECUERDOS DEL CINE: la sala Alfredo Pareja Diezcanseco
jueves, 29 de abril de 2021
RECUERDOS DEL CINE: El encuentro con Batman
sábado, 17 de abril de 2021
RECUERDOS DE MANABÍ: La casa de Horacio
Desde la ventana del cuarto se veía la calle principal; el cielo me enceguecía. Hacía más calor que afuera. Las muchachas y los viejos sudaban, mientras se ocupaban de sus propias preocupaciones. Se escuchaba el sonido de mercaderes, risas y llantos; y, mientras la tarde iba cayendo, un aroma a pan y caña inundaba el ambiente.
-¡Aquí no hay mucho para hacer, niño! -dijo la vieja montuvia. -Pero sí puede conocer la casa del Poeta.
¿Quién dice que nadie es profeta en su tierra? Horacio, un anciano más alto de lo que imaginé, había sido docente, editor, historiador y teórico literario de Manabí; en su Casa recibió a Demetrio Aguilera Malta, Nelson Estupiñán Bass y a Benjamín Carrión, entre otros.
Llegué en noche de fiesta. Al ritmo de un bandoneón, una pareja se desplazaba entre las mesas dibujando figuras. Miradas apasionadas y labios al borde del beso. Aplausos, bocanadas de vino. Era el lanzamiento de la traducción al francés de su último poemario.
Me injerté en medio de la alegría y también bebí. Era inevitable que la gente se incomodara con mi presencia; todos eran amigos, gente notable de Portoviejo, y yo un sujeto con una camisa vieja.
Cuando fue propicio y la música había acabado; cuando los discursos fueron apagados por la ovaciones y estas últimas naufragaron entre la risa de los grillos, me acerqué.
-La recuerdo perfectamente; era una muchacha brillante -me dijo.
Le resumí veinticinco años en unas pocas palabras. No tardé mucho en obsequiarle uno de los folletitos que yo mismo había armado, donde constaban mis lamentables versos, pero que en ese entonces ya había desgastado en el oído de los transeúntes, de los bañistas, de los estibadores y en un eufórico rito religioso que había llenado una plaza en Manta.
Él, acaso por reciprocidad, fue a buscar uno de sus libros, un compendio de memorias, poemas y fotografías, que me autografió, antes de invitarme a que lo acompañara a una de las mesas.
-Es un joven poeta, quiteño-manabita. -Me presentó. Lo recuerdo cansado; se frotaba el rostro y masajeaba los ojos vidriosos, sonreía al grupo que hablaba sobre política. Alguien soltó un chascarrillo y me alcanzó una explosión de carcajadas.
No podía quedarme mucho tiempo; era hora pico en la noche de cualquier ciudad. Estaba envalentonado y de tanto repetirlo ya me sabía de memoria mis propios lamentos. Pero esa vez hice algo diferente; en el primer lugar donde me permitieron declamar, leí un poema de Horacio, el que salió al azar; uno donde los potros se lamían la ternura. Estaba decidido; mordí un par de lóbulos y vendí casi toda la mercancía. La noche parecía larga; la vida también.
Años más tarde, vi la tristeza en los ojos de mi madre cuando le mostré el diario que anunciaba la muerte de su viejo amigo.
sábado, 2 de enero de 2021
EL CONVERSADOR
Podría decir algo esta página
si me propongo hablar sobre él:
siempre lo imaginaba en el interior de aquel café;
por eso me desviaba hacia la avenida Juan León Mera
ya que cuando me distinguía a través de los cristales
giraba la mariposa del recuerdo
para que su existencia se derramara sobre mí
inundándome cuadras enteras.
Eso era peligroso porque no sé nadar
y me cansaba de las brazadas que debía dar entre sus historias
acerca de una ciudad que jamás conocí.
Sonreía y su voz se perdía a lo largo de la canaleta.
Por eso, al imaginarlo por ahí, fingía apuro;
ya que siempre aparecía como el anuncio de un diluvio.
Hoy, después de tanto olvido,
lo encontré por primera vez en otro sitio.
La misma sonrisa
pero un inaudito silencio.
Leí tres veces su nombre y cerré el diario
consolándome al pensar que si algún día termina la peste
detrás de la cual se marchó hablando necedades,
no tendría sentido recorrer la ciudad más que lo imprescindible.
Todo, hasta lo más horrible, esconde algún designio
―me repetía, intentando comprenderlo.
martes, 5 de mayo de 2020
MIS MAESTROS 2
viernes, 1 de mayo de 2020
SÚPLICA
domingo, 12 de abril de 2020
EL EXTRA
Primero lo arrincona contra las máquinas, después aprieta su cuello hasta que el retorcido cuerpo pierde el color; finalmente, le saca las vísceras con un puñal.
Yo siempre esperaba a papá con ansias y lo recibía apretándome contra sus rodillas. Mamá tenía caliente la merienda y lo besaba en la puerta. Por eso, una de las cosas que más me atormentaba era pensar qué ocurrió cuando el infeliz no llegó a su hogar.
miércoles, 8 de abril de 2020
ROSA
Rosa dice el tatuaje
y se me antoja acariciar sus pétalos
viciados de sol y betún
llevarla hasta mi ventana
verla erguida desde la calle
pero siempre está de rodillas
como un santito de barro
espectro del mediodía
cuando me ve a lo lejos
levanta apenas la corola
dice que sueña conmigo
tengo por descontado
que hoy estará ahí
por eso me pregunto
ahora que los elegidos
nos hemos confinado
de la peste devoradora de jardines
¿qué hará cuando ya a nadie
importan los iconos?
algo que está más allá
de la misma tristeza
me ha borrado su camino
martes, 3 de marzo de 2020
CONEJO

De un lado a otro
van los conejos
la vida contenida
casi expiración
De un lado a otro
como una canción
en el pentagrama florido del bosque
Y si alguno se detiene
será inevitable que note
el perfil del follaje
bajo el cielo
Y si respira hondo el bosque
será inevitable
que sienta el perfume del invierno
Entonces triste
casi peregrino
bajará del silencio
para refugiarse
en el próximo árbol
miércoles, 23 de octubre de 2019
jueves, 26 de septiembre de 2019
JUSTICIA PARA TODOMEO
DE CUANDO TODOMEO SABOREÓ EL PODER
Tomaría una novela explicar cómo llegó Todomeo a ocupar el trono de la nación. Por ahora, basta decir que lo acompañó la ...

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Música del cielo De alguna parte conocida hace tiempo Música de recuerdos a través de mis huesos La piel cubre el miedo ¿Tengo ojos? Lo qu...
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Hay algo dulce en la tristeza Tomo los caminos menos concurridos Pienso en todo eso que me agobia El temor de ser mal hombre Mal padre Terr...
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Es la primera vez que visito las nuevas instalaciones de la consulta pública de la Cinemateca Nacional Ulises Estrella. Es un luga...