Chupo la canilla
Bebo la sangre del manglar
Salada y terrosa
A través del cilindro
Me doy un poco de vida
Un segundo o dos
No lo sé
Chupo aquel recuerdo
Esas manos de dedos enmarañados
La acuosidad de dos cueros
Colgados en el cordel
De mi frágil forma de amar
Y una gota de sudor
Que se esconde en el suelo
Y yo la chupo por la canilla
Mientras se me acalambra el cuerpo
Tantas cosas que detesto una vez más
El sol que quema
Las pieles brillosas
Chocando cual canicas una vez más
El sol detestable
Los diminutivos con que me irritaron
Las voces que solo eran cuerpos chocando
Y yo los chupo
Para que mi cuerpo se ingeste
De rezos palabras empalagosas
Y sal cayendo como en un reloj de arena
Sobre mi lengua
Que poco sabe ya de las palabras
Detrás del juego infaltil
Y el sudor goteando
Por la frente pulida de un recuerdo
Madre mía padre mío hermanos míos
Alaridos distantes
Que chupo a través de una inmensa canilla
Cómo el sistema circulatorio de la ciudad
Donde detesté a tanta gente
Que se cruzaba con mi mirada
Y era capaz de abrazarlos y llorar
Como dos tambores que chocan
Y cae el ritmo
Perdiéndose en mi árida memoria
De donde lo saco
Por medio de la vida para convertirla en palabra
Los cangrejos sueñan tranquilos
Cobijados en medio del manglar
Duermen al ritmo de la vida
Hasta que de pronto alguien
Alguna cosa que se cree recuerdo
Los eyecta a la palabra
Unos dedos enmarañados
Que acarician lo que detesto
Lenguas como nubes
Últimos testigos de la vida
Tambores y tenazas
Por cuyo ritmo ocurren las palabras
Besos entre dos perros rabiosos
A través de la canilla
Hacia la existencia de los sabores
Locura de la vida
Vida siendo absorvida a través del olvido hacia la muerte
Canilla y tenaza
Sal y músculos
Pieles que gotean
Esperanzas
Dioses que detesto
Chupados y abrasados por la nada.